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El arte de saborear la comida a través de las palabras

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¿Tú también eres de esas personas que “come con los ojos”? Seguro que has escuchado esta expresión más de una vez al pedir de más en un restaurante, e incluso has caído en la tentación de pedir ese postre que acababas de ver en manos de un camarero pasando a tu lado, aunque realmente no tenías más hambre.

No te preocupes, nos pasa a casi todos, y es que está demostrado que sentidos como la vista o el olfato estimulan el deseo de saborear los alimentos e incluso la producción de saliva.

El copywriting gastronómico es una técnica de escritura que, mediante las palabras consigue estimular esas sensaciones gustativas, visuales y olfativas que hacen que nuestro cerebro se muera de ganas por saborear un determinado alimento.

Aplicado a los negocios en hostelería o tiendas de alimentación, no es lo mismo hablar de “napolitanas” que de “saborear el más fino y crujiente hojaldre de mantequilla relleno de cremoso praliné de cacao con avellana tostada”.

Por ello no hay que subestimar la importancia que tiene la correcta elección de las palabras a la hora de presentar los platos de la carta al cliente. Ahora más que nunca un buen copywriting contribuirá a aumentar el tráfico a nuestro restaurante o a que pidan más servicio de delivery, ya que el primer contacto suele ser digital, y el cliente ya no está expuesto tan a menudo a la visión de los alimentos o al olor de la comida. También ayudará a que la experiencia gastronómica sea más completa y placentera.

La clave es pensar en qué sensaciones buscamos evocar a través de nuestra oferta gastronómica y cómo podemos transmitirlas antes incluso de que los comensales hayan visto el plato. La imaginación será nuestro aliado.

Te dejamos algunos tips para que puedas aplicar técnicas de copywriting gastronómico a tu negocio:

  • Reflexiona, ¿por qué acuden los clientes a tu local? La audiencia a la que te diriges a menudo no acude por hambre sino buscando una experiencia. Por ejemplo, disfrutar tomándose unas cañas con los amigos; demostrar estatus dejándose ver en el último local de moda; por tradición, acudiendo todos los domingos al mismo restaurante a comer cocido con su familia; o por sentimiento de pertenencia, consumiendo solo comida ecológica y local.
  • Da rienda suelta a los adjetivos: ensalza sin miedo textura, aromas, sabor y color de los alimentos para hacerle la boca agua al cliente.
  • Utiliza metáforas y comparaciones: para construir imágenes mentales y ayudar a que tu comensa imagine un alimento que quizá no haya probado antes. Por ejemplo, puedes hablar de una mousse “ligera como una nube” o de un vino “con amplia variedad de matices como un atardecer en el campo, desde el púrpura de los frutos rojos, hasta la cremosidad de la vainilla, pasando por algunas notas ocre del tabaco”.

Prueba a aplicarlo a tu carta o menú y verás la diferencia. Si te ha resultado interesante y quieres saber más, consulta nuestro curso de gastromarketing digital, que hará que te conviertas en todo un experto en técnicas de marketing aplicadas a la gastronomía. Escríbenos sin compromiso a digital@aplusmk.com, estaremos encantados de conocerte.

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